Desde entonces, siempre llevo en mi bolso, un pequeño cuaderno y un rotulador. Así, aprovecho cualquier momento y cualquier lugar para dibujar: en la calle, en el transporte público, o en una sala de espera.
Cualquier ocasión vale, pues dibujar me genera una sensación de bienestar personal y de relajación.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Ver Configuración